El movimiento estudiantil que tuvo inicio en Córdoba, con el fin de la Reforma de la Universidad, nos plantea el nacimiento de una nueva generación de estudiantes organizados, que hablan el mismo lenguaje y que se sienten movidos a la lucha por una Reforma.
Julio V. González, que ha reunido en dos volúmenes sus escritos de la campaña universitaria, arriba a conclusiones más precisas: "La Reforma Universitaria -escribe- acusa el aparecer de una nueva generación que llega desvinculada de la anterior, que trae sensibilidad distinta e ideales propios y una misión diversa para cumplir.
José Luis Lanuza indica otro factor: la evolución de la clase media. La mayoría de los estudiantes pertenecen a esta clase en todas sus gradaciones. Y bien. Una de las consecuencias sociales y económicas de la guerra es la proletarización de la clase media. Lanuza sostiene la siguiente tesis: "Un movimiento colectivo estudiantil de tan vastas proyecciones sociales como la Reforma Universitaria no hubiera podido estallar antes de la guerra europea.
Mariano Hurtado de Mendoza coincide sustancialmente, con las observaciones de Lanuza. "La Reforma Universitaria -escribe-, es antes que nada y por sobre todo, un fenómeno social que resulta de otro más general y extenso, producido a consecuencia del grado de desarrollo económico de nuestra sociedad.
A todas éstas posturas solo nos queda decir, que dicho movimiento de estudiantes, en sus inicios no acogió una ideología propia, pero que, se dejaron influenciar por diversas corrientes siendo al fin y al cabo una consecuencia de lo que se vivía en ese entonces en nuestra sociedad.
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