domingo, 6 de junio de 2010

LA ODISEA DE LA ESPECIE

Los humanos procedemos de homínidos.
Generaciones de especies transcurrieron hasta llegar a lo que hoy somos realmente, nuestros antepasados han transmitido todo su legado de generación en generación para que llegue hasta nosotros.
Toda esta travesía fue iniciada hace millones de años, luego que el continente africano, en un gran acontecimiento geológico, fue dividido en dos, este hecho produjo que grandes masas de animales (monos), al no encontrar alimento, tuvieran que acoplarse al modo de vivir y aprender a caminar en dos patas.
Desde este hecho comenzó todas sus peripecias para lograr sobrevivir; se trasladaban en grandes grupos, y con el transcurrir de su travesía iban reclutando más monos (claro que sólo algunos, lograban sobrevivir), poco a poco fueron desarrollando habilidades ya que el hombre aprende de la experiencia, sin que ella tenga que ver siempre con una situación biológicamente extraordinaria. Hay en él una descarga, liberación de su
comportamiento respecto de las pulsiones, que convierte al aprendizaje en una verdadera novedad. Si bien está determinado por la carencia -es decir, la no adaptación, la no especialización-, puede resarcirse de ello por la "capacidad de trabajo" o por el "don de la acción
".
Aquí fue donde los grandes antropoides se comenzaron a diferenciar de los primeros pre-humanos. Posteriormente, aparece nuestra estrella Lucy, uno de los hallazgos arqueológicos definitivos que determinan la evolución de nuestra especie.
Una de las especies de Australopithecus logra evolucionar hasta el Homo habilis, autor de las herramientas. Éstas sirvieron para incrementar el aporte de
alimentos, ayudando por ende al desarrollo
del cerebro. Estos serían los primeros conquistadores quienes dejan su cuna en África y comienzan a emigrar para descubrir el mundo y, después de un largo período, llegar a convertirse en el Homo Ergaster y el Homo Erectus, antecesores directos del hombre actual. Siendo éstos homínidos los primeros en dominar el fuego. Ya luego por la glaciación se dio lugar a nuevas especies de homínidos tales como el hombre de Neandertal, éstos a su vez enfrentaron la llegada de los primeros hombres conocidos como los Homo Sapiens, los cuales ya más preparados continuaron con la especie.
Los Homo Sapiens comenzaron un nuevo periodo de expansión conquistando
América y Australia. Crearon nuevas herramientas, ritos y finalmente inventaron lo que conocemos como arte. Hace ya 10.000 años que la conquista de los dominios espirituales e imaginarios permitieron asentarse al Homo Sapiens, que aprendió a cultivar terreno, domesticar animales y construir ciudades. Esto fue lo que marcó el fin de la prehistoria.

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